Dormir bien es más importante que comer bien (y te lo vamos a demostrar) - EAD-El Arte de Dormir

Dormir bien es más importante que comer bien (y te lo vamos a demostrar)

Vivimos en una sociedad que idolatra la alimentación saludable. Que si la dieta mediterránea, que si el ayuno intermitente, que si el aguacate en tostadas... Y sí, comer bien es importante. Pero, ¿y si te dijéramos que descansar bien es aún más esencial que alimentarte correctamente?

Suena fuerte, ¿verdad? Pues sigue leyendo y verás por qué el descanso es la base de todo.


1. Puedes vivir más sin comer que sin dormir

Esta frase parece sacada de un chigre de sabios, pero es pura ciencia: un ser humano puede sobrevivir más de 20 días sin comer, pero sin dormir, en apenas 4 o 5 días, el cuerpo y la mente empiezan a colapsar.

La privación del sueño afecta al sistema nervioso, al estado de ánimo, al sistema inmunológico y puede desencadenar alucinaciones, pérdidas de memoria y, en casos extremos, hasta la muerte. El cuerpo sin comida se defiende. Sin sueño, se rinde.


2. El sueño es el reparador universal

Mientras dormimos, el cuerpo no está en modo “off”. Está currando como un operario de noche:

  • Repara tejidos y músculos.

  • Refuerza el sistema inmunológico.

  • Limpia toxinas cerebrales (literalmente, como si fregara el cerebro).

  • Fija recuerdos y emociones en la memoria.

Ni el mejor plato de fabada te va a regenerar como una noche profunda y de calidad en una buena cama (y si es de agua... pues mejor, claro).


3. Dormir poco te hace comer mal

¿Sabías que dormir mal desajusta las hormonas que regulan el hambre? La leptina (saciedad) baja, y la grelina (hambre) sube. ¿El resultado? Al día siguiente, te lanzas a por bollos, fritanga y cosas que normalmente esquivarías.

Es decir, dormir mal sabotea tu buena alimentación.


4. El sueño regula todo: desde el humor hasta el azúcar en sangre

No importa si tomas batidos verdes y quinoa a cucharadas: si duermes mal, tu cuerpo estará en modo estrés. El cortisol (la hormona del estrés) se dispara, la insulina se descontrola y tu metabolismo se va al traste.

Dormir bien no es un lujo: es un requisito biológico.


Conclusión: cuida tu cama como cuidas tu plato

No se trata de elegir entre comer bien o dormir bien. Pero si tienes que empezar por algo, empieza por el descanso. Porque cuando duermes bien:

  • Comes mejor.

  • Piensas mejor.

  • Vives mejor.

Y si encima lo haces sobre una cama de agua que se adapta a ti como un guante… entonces, amigo, has desbloqueado el nivel máximo del descanso.

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